Una mujer murió luego de que le cayera encima parte de la fachada de una iglesia en Perú


Una ciudadana peruana perdió la vida en su país después de que parte de la fachada de una iglesia se desprendiera y cayera sobre ella, de acuerdo con medios locales. Además, otras personas resultaron heridas de gravedad y las autoridades iniciaron una investigación.
El trágico hecho ocurrió el 30 de octubre en la ciudad de Ayacucho, ubicada en el centro sur del país. Según el diario nacional El Comercio, la mujer fallecida se llamaba Martha Pillaca y tenía 45 años.
En ese momento, de acuerdo con informes preliminares de la justicia, Pillaca murió tras ser impactada por pedazos de cornisa de una iglesia católica del centro histórico de la ciudad.
“Según las primeras diligencias (NdR: investigaciones iniciales de la justicia), la víctima se encontraba junto a su hijo de un año, sentada en las gradas del atrio de la iglesia… En esas circunstancias, habría sido golpeada en la cabeza por los fragmentos que se desprendieron”, dijo la Fiscalía del Perú, citada por la agencia de noticias The Associated Press (AP).
Además de causarle la muerte a Pillaca, los escombros lastimaron al menos a otras cuatro personas, entre ellas el hijo de la mujer.
Con respecto a los heridos, el Hospital Regional de Ayacucho comunicó que el hijo de Pillaca y un hombre de 53 años están en estado delicado.
La iglesia donde ocurrió el incidente, construida a inicios del siglo XVII, se encuentra a unos 55 metros de la plaza central de Ayacucho. Según AP, este templo es un atractivo turístico de la ciudad.
Por su parte, el sacerdote César Samanez, del Arzobispado de Ayacucho, declaró a AP que en el pasado habían advertido sobre la necesidad de reparar la iglesia, pero que la inestabilidad política del país provocó retrasos.
“Hace tres años se está haciendo un expediente en el Ministerio de Cultura para la restauración de esa fachada. Con la situación política que hemos vivido, el cambio de presidentes y funcionarios, el proyecto no avanzó”, aseveró Samanez.
A su vez, el sacerdote aclaró al mismo medio que el templo se encuentra en la categoría de patrimonio cultural. Por lo tanto, de acuerdo con sus palabras, cualquier cambio de infraestructura necesita ser autorizada por el Ministerio de Cultura del Gobierno.
Por otro lado, Samanez aseveró que el Arzobispado de Ayacucho, que contaba con oficinas en el lugar, se encargará de cubrir los gastos del sepelio y de la atención de los heridos.
“Monseñor Salvador Piñeiro (arzobispo de Ayacucho) expresó que va a asumir todos los gastos del sepelio y también todo lo que se necesita para los heridos”, indicó a AP.
Fuente: www.clarin.com



